El tiempo libre mal vivido acaba por deformar a la persona.
Publicado en la Revista Siempre Juntos www.siemprejuntos.co.cr por: Kattia Guillén Picado Directora Departamento de Familia ADEC Máster en Asesoramiento Educativo y FamiliarComo padres debemos saber que el tiempo libre tiene un gran valor educativo, ya que permite a nuestros hijos forjar su carácter, formar criterio, adquirir destrezas, incentivar la creatividad y hacer uso de su libertad.
Para todos es una realidad que más de la mitad de los días del año, no son lectivos, de manera que debemos ocuparnos por llenar todo ese amplio margen de tiempo con actividades sanas y formativas, que ayuden a nuestros hijos a ser mejores personas y no se dejen llevar por la pereza y la comodidad, buscando solo aquellas opciones que les exijan poco esfuerzo (como mirar la televisión). El tiempo libre mal vivido acaba por deformar a la persona.
Lo ideal es lograr que nuestros hijos realicen actividades que les permita cumplir la triple misión de este tiempo: descanso, diversión y desarrollo. El ejemplo de los padres será fundamental, así como proporcionar en el hogar verdaderos espacios para compartir y disfrutar en familia.
¿Cómo aprovechamos el tiempo libre en vacaciones?
Se acercan las vacaciones y debemos poner especial atención en no descuidar la labor educativa que se viene realizando con los hijos durante el periodo lectivo. Debemos tener claro y trasmitir a nuestros hijos que durante las vacaciones se siguen practicando las mismas virtudes que el resto del año, tendrán que seguir siendo ordenados, laboriosos, responsables, generosos, y más.
No pueden pensar… “porque estoy en vacaciones no voy a hacer nada…”
Es muy importante exigir a los hijos una rutina de horarios que permita una convivencia familiar sana, hay que tener en cuenta que los hijos están de vacaciones y los horarios pueden modificarse con respecto al período escolar. Lo importante es que los hijos sepan la hora de levantarse, la hora de acostarse, la hora de comer y la hora de cenar.
Es bueno programar el día: qué harán después de levantarse, qué encargos tendrán que cumplir en la casa, qué actividades pueden realizar para divertirse, etc. Es importante hacer estas rutinas con la ayuda de los hijos para que puedan escoger aquellas cosas que más se relacionen con sus gustos y aficiones.
Tiempo para formarse, divertirse y descansar
Las vacaciones deben cultivar a la persona en su totalidad y las actividades que se desarrollen deben tener en cuenta estos tres ámbitos: el cuerpo, la inteligencia y la voluntad.
- Fortalecer el cuerpo: el deporte
En cuanto al cuerpo, el deporte es la opción. Los padres tenemos que buscar alternativas de acuerdo a la edad de los hijos. El deporte que será mejor para un niño es el que a él le guste más, que lo haga disfrutar. Hay deportes para todas las edades y hay que comenzar a proporcionarles los medios adecuados para su práctica, desde pequeños. El ejemplo de los padres como siempre será de mucho apoyo, también es importante acompañar a los hijos a practicarlo cuando sea posible.
- Cultivar la inteligencia: las aficiones
Con respecto a la inteligencia, las vacaciones también son tiempo de aprender, así que se recomienda buscar aficiones que ofrezcan a los hijos nuevas habilidades y enriquecimientos intelectuales y artísticos. Estas aficiones o pasatiempos son excelentes opciones para combatir el aburrimiento, además de saber que mientras las practican están aprendiendo y aprovechando su tiempo.
Entre estas aficiones se encuentran las artísticas como la fotografía, la pintura, la artesanía, las manualidades, teatro, cine, baile; las musicales como la guitarra, el piano, el violín; también el coleccionismo ya sea de estampillas, billetes, etc. Existen también actividades que pueden complementar su formación académica como los idiomas, la robótica, la lectura.
También se puede recurrir a actividades culturales que ofrece el país, como exposiciones de arte, teatro, talleres, museos, y si los hijos tienen entre ocho y nueve años, se puede hacer turismo cultural como visitar monumentos o parque nacionales.
- Educar la voluntad: crecer en virtudes
Cuando se hace referencia a la voluntad, es necesario que en vacaciones no se descuiden los hábitos que tanto costó trabajar durante el año. Los hijos deben seguir creciendo en virtudes y deben seguir realizando los encargos que realizaban durante el tiempo lectivo y aprender otras tareas que comúnmente no da tiempo.
- Disfrutar en familia
Las vacaciones son también tiempo para fortalecer lazos familiares. Cuando los padres tienen oportunidad de estar con sus hijos en casa, en el campo, o en la playa, es un buen momento para compensar el tiempo que no se ha podido pasar junto a ellos y jugar y compartir todo lo que se pueda. Los juegos de mesa, las anécdotas familiares, ver alguna película familiar, son actividades que les encantan a nuestros hijos y quedan para siempre en sus recuerdos.
Algunas actividades que se pueden realizar durante las vacaciones.
- Elegir el lugar apropiado, no es obligatorio ir a donde va más gente.
- Evitar los dos extremos: hacer demasiadas cosas o no hacer nada.
- Aprovechar para visitar parientes, dedicar tiempo a los amigos, leer buenos libros, disfrutar de la naturaleza.
- Practicar deporte con más intensidad.
- Organizar excursiones, salidas al campo, paseos en bicicleta.
- Ayudar en las reparaciones caseras.
- Organizar fiestas familiares e invitar a los amigos.
- Jugar en casa y al aire libre.
- Cantar en familia, con lo amigos, aprender nuevas canciones.
- Visitar museos o exposiciones que puedan resultar atractivas.
- Trabajar según la edad en algo que permita ganar algún dinero, puede ser para ayudar en la casa, para ahorrar o para gastos de ropa, etc.
- Juegos en familia.
- Proponerse una actividad de más duración, como ir a un campamento, aprender un idioma.
- Dejar tiempo para repasar la materia del curso o realizar las tareas que les han dejado.
- Compartir familiarmente los tiempos de comidas.
- No ver mucha televisión, una hora diaria es mucho.
- Organizar un rato de tertulia en la sobremesa.
- Cultivar las aficiones.
Son tantas y tan variadas las opciones para vivir las vacaciones, que no se justifica que los hijos se dediquen a dormir y a ver televisión. Hay que aprovechar este tiempo, vale la pena cualquier esfuerzo que se realice.